El Papa Francisco remarcó en estos días que Laudato Si´ no es una encíclica verde, sino que por el contrario es una encíclica social
El pasado de 18 de junio se presentó en el Vaticano, la encíclica del Papa Francisco Laudato Si´ sobre temas ambientales y sociales. En esta publicación el Papa Francisco presenta temas que vienen preocupándole a él desde que era Arzobispo de Buenos Aires y que venía manifestando en sus mensajes.
El nombre de la encíclica fue elegido por el mismo Francisco y tiene su origen en la invocación realizada por San Francisco de Asís y cuyo nombre es: ?Laudato si?, mi? Signore? es decir: Alabado seas, mi Señor. Esta oración del santo recordado por el cuidado de los pobres y de la naturaleza, pertenece al Cántico de las creaturas y recuerda que la tierra es la casa común de toda la humanidad y es también como una hermana con la que el hombre comparte su existencia.
Si bien los medios de comunicación la presentan como la encíclica ecologista o ambiental, leyéndola con detenimiento y escuchando a Francisco en diversos mensajes que dio, vemos que este documento plantea temas sociales y como remarca el mismo papa ?La ecología es total, es humana?. El mismo Francisco sostiene con fuerza que no se puede separar al hombre del resto, ya que existe una relación de incidencia mutua, sea del ambiente sobre la persona o de la persona en el modo como trata el ambiente.
Con mucha firmeza el Papa Francisco remarcó en estos días que Laudato Si´ no es una encíclica verde, sino que por el contrario es una encíclica social, ya que el cuidado del ambiente es una actitud social. Por lo menos así debiera ser ya que el cuidado del ambiente no debe ser una actitud solamente, sino que debería ir acompañada de la acción. Es por ello que en la encíclica se plantean preguntas como: ¿Para qué pasamos por este mundo? ¿Para qué vinimos a esta vida? ¿Para qué trabajamos y luchamos? ¿Para qué nos necesita esta tierra? Es el mismo Papa Francisco que sostiene que si no nos planteamos estas preguntas con seriedad y profundidad está convencido de que las preocupaciones ecológicas puedan obtener resultados importantes.
Uno de los aspectos destacados en la encíclica Laudato Si´ es el reconocimiento que hace el papa Francisco a los esfuerzos de algunos sectores y a la sensibilidad que va creciendo con respecto al ambiente y al cuidado de la naturaleza. A su vez, reconoce que existe una sincera y dolorosa preocupación por lo que está ocurriendo con el planeta, dando de esta forma una mirada de esperanza. En ella afirma: ?La humanidad tiene aún la capacidad de colaborar para construir nuestra casa Común? y también afirma que ?el ser humano es todavía capaz de intervenir positivamente? reforzando de esta forma la idea esperanzadora de que no todo está perdido aún.
En un encuentro realizado durante la semana del 20 de julio en el Vaticano, en el que más de 70 intendentes y alcaldes de diversas ciudades del mundo se reunieron con el Papa Francisco, éste hizo referencia de la encíclica y allí mencionó que el problema más grande es que están en juego es el oxígeno y el agua. Esto se da en gran medida por la desertificación de grandes zonas por la deforestación que se está llevando a cabo. A su vez, hizo un llamado urgente a las Naciones Unidas para que se interesen muy fuertemente sobre este fenómeno y también sobre todo, en la trata de personas provocada por este fenómeno ambiental, la explotación de la gente. Por ello, llama a tomar conciencia de estos problemas de destrucción que el mismo hombre está llevando adelante al no cuidar la ecología humana, al no tener una conciencia ecológica.
Desde UISCUMARR venimos trabajando y haciendo difusión de diversos aspectos ambientales y sociales. Dada la riqueza de esta nueva encíclica es que iremos tratando cada uno de los capítulos en detalle a través de esta columna y con el fin de concientizar, con fuerza, en los aspectos en los que se puede trabajar. Lo importante es no perder la esperanza como sostiene el mismo Papa Francisco y convocar a las personas de buena voluntad a trabajar con fuerza en una ecología integral, que incorpore las dimensiones humanas y sociales.